HANNAN HEREDIA no hace música para sonar de fondo: la suya arde, molesta, baila y luego te deja llorando en el baño del club. NAGORI, su primer disco, es una ruptura hecha beat, glitch, lágrimas y gasolina. Trap sucio, reggaetón emocional y pop que sangra. Con influencias como Rosalía, Dominic Fike, Charli XCX, entre muchos otros, y una estética post-kitsch, HANNAN HEREDIA no hace canciones, levanta universos... y no pide permiso.
HANNAN HEREDIA es muchas cosas, de todo un poco, pero nunca tibia. Artista, productora, cantante, pianista, graduada en física teórica y arquitecta de su propio imaginario, llega con NAGORI para reventar lo que esperas del pop urbano.
Un trabajo que se basa en sus experiencias vitales recientes: dos años en Turín, dos meses en Bahamas, viajes infinitos sin tickets de vuelta por el mundo y un amor perdido. Hay ciudad, hay exilios, hay deseo y hay nostalgia.
Con referentes como Ralphie Choo, Guitarricadelafuente o Xiyo, HANNAN HEREDIA construye su propio lenguaje: una mezcla sucia, bonita, e hiperestésica que suena a futuro, a after, a diario íntimo con autotune. Pero su universo no se queda en la música: hay fanzine, merchandising de motel, y una estética que bebe del naturalismo y la nostalgia. Lo suyo no es una propuesta: es un manifiesto. HANNAN HEREDIA no busca gustar. Busca estar.



HANNAN HEREDIA no hace música para sonar de fondo: la suya arde, molesta, baila y luego te deja llorando en el baño del club. NAGORI, su primer disco, es una ruptura hecha beat, glitch, lágrimas y gasolina. Trap sucio, reggaetón emocional y pop que sangra. Con influencias como Rosalía, Dominic Fike, Charli XCX, entre muchos otros, y una estética post-kitsch, HANNAN HEREDIA no hace canciones, levanta universos... y no pide permiso.
HANNAN HEREDIA es muchas cosas, de todo un poco, pero nunca tibia. Artista, productora, cantante, pianista, graduada en física teórica y arquitecta de su propio imaginario, llega con NAGORI para reventar lo que esperas del pop urbano.
Un trabajo que se basa en sus experiencias vitales recientes: dos años en Turín, dos meses en Bahamas, viajes infinitos sin tickets de vuelta por el mundo y un amor perdido. Hay ciudad, hay exilios, hay deseo y hay nostalgia.
Con referentes como Ralphie Choo, Guitarricadelafuente o Xiyo, HANNAN HEREDIA construye su propio lenguaje: una mezcla sucia, bonita, e hiperestésica que suena a futuro, a after, a diario íntimo con autotune. Pero su universo no se queda en la música: hay fanzine, merchandising de motel, y una estética que bebe del naturalismo y la nostalgia. Lo suyo no es una propuesta: es un manifiesto. HANNAN HEREDIA no busca gustar. Busca estar.



This website uses cookies. Learn More